TIC, SOCIEDAD Y EDUCACIÓN

Hoy en día el uso de las tecnologías digitales se ha convertido en un acto tan habitual como puede ser coger el coche para ir a trabajar cada día o el simple acto de comer. Este hecho nos ha llevado a reflexionar sobre cómo afectan en el ámbito de la educación y en la sociedad en general. 

Lo primero que nos hemos cuestionado es que se entiende por Tecnologías Digitales. De acuerdo con Zukerfeld (2007) las tecnologías digitales “son aquellas que procesan, transmiten, almacenan o generan información digital (ID) (…) que definimos como toda forma de conocimiento codificado binariamente mediante señales eléctricas de encendido-apagado” (p.41). 

Después de haber realizado una investigación respecto al concepto en cuestión, podemos decir que para nosotras las Tecnologías Digitales son tecnologías emergentes, dispositivos y herramientas que nos permiten generar, almacenar y procesar información. Por tanto, su uso va más allá de una simple búsqueda de información, ya que estos aparatos también nos ofrecen la oportunidad de ser distribuidores de contenidos. 

No obstante, estas oportunidades de digitalización no se han producido al mismo nivel ni ritmo en todo el mundo. Según el artículo de Ani Petrosyan (2023), solamente el 66% de la población mundial tiene acceso a Internet, por lo que hay una brecha digital bastante diferenciada entre los distintos sectores de la población.

Según Aruba (...), ya hay 5 dispositivos conectados por cada persona en el mundo. Sin embargo, se espera que para 2025 la relación sea de 10:1. Por tanto, podemos observar cómo las Tecnologías Digitales siguen extendiéndose a una velocidad vertiginosa. Por este motivo, como futuras maestras debemos formarnos acorde a las necesidades tecnológicas actuales y cuestionarnos tanto sus ventajas dentro del aula, como sus peligros e inconvenientes que afectan directamente a nuestro alumnado. 

Durante nuestra reciente experiencia en las aulas como parte de nuestra formación, hemos podido observar de primera mano cuál es el trato de las tecnologías en las aulas de Educación Primaria. Entre las herramientas a su disposición encontramos recursos como pantallas interactivas, ordenadores y tablets. Sin embargo, a veces estos dispositivos no se aprovechan todo lo que se podría. 

Por ejemplo, existen muchos centros en los que los libros han sido sustituidos por tablets. No obstante, el uso de las tablets es el mismo que el de los libros de texto. Personalmente, nosotras creemos que puesto que existen estas nuevas tecnologías se les debería dar un uso más innovador dentro de las aulas. Además, consideramos que ya que disponen de estas herramientas deberían sacarles el máximo provecho, porque cuando nosotras estudiamos la Educación Primaria no teníamos esta oportunidad. 

Por otro lado, que una aula esté digitalizada no solo significa que cuente con recursos digitales, sino que esto va más allá. Como docentes debemos ser capaces de utilizar estos instrumentos de manera liberadora y no volver a caer en las mismas prácticas de la metodología tradicional.  

Por otro lado, aparte de los recursos nombrados anteriormente, a día de hoy también tenemos a nuestra disposición las redes sociales. Aunque parte de la población piensa que solamente sirven para compartir fotos personales y como una herramienta de ocio, hay otros que no están de acuerdo. Piensan que son un recurso que se puede utilizar con fines pedagógicos, ya que existen muchos creadores de contenido educativo. 

Desde nuestro punto de vista consideramos que las redes sociales son una oportunidad para aprender. Como docentes podemos obtener inspiración de otros maestros para realizar actividades atractivas y didácticas para nuestros alumnos. Además, también creemos que son una gran fuente de información gracias a los perfiles de personas especialistas en su campo. 

No obstante, debemos contrastar la información que obtenemos de las redes sociales, ya que no todos los conocimientos que se proporcionan son verídicos. Por tanto, como futuras maestras debemos ser capaces de fomentar el pensamiento crítico en nuestros alumnos y enseñarles a buscar, seleccionar y contrastar la información y las fuentes que consultan. 

Además de las redes sociales, también contamos con una gran variedad de aplicaciones que se pueden utilizar con una finalidad educativa. Por ejemplo, una de estas herramientas es el Canva, donde se pueden crear presentaciones, postales, carteles, actividades… Así mismo, durante las prácticas conocimos muchas aplicaciones educativas. Como Socrative, que se utiliza para hacer tests online para el estudiantado, o Monk, que se puede usar para medir los conocimientos y evolución de los alumnos en Matemáticas. 

Personalmente, consideramos que el uso de distintas aplicaciones en el aula puede resultar de especial utilidad y que pueden ayudar a desarrollar la autonomía de los niños y niñas. Sin embargo, no debemos caer en el trabajo tradicional al utilizar aplicaciones y tampoco hacer un abuso de las tecnologías digitales, ya que no se debe dejar aparte el trabajo manipulativo y sensorial. 

Por otro lado, otro de los recursos emergentes son las herramientas de inteligencia artificial, como el ChatGPT o Dal-E. Su aparición ha generado un gran debate entre la comunidad educativa sobre su uso y los límites que debería tener en la escuela. Como futuras docentes creemos que pueden tener un uso beneficioso para ciertas tareas, pero no se debería hacer un uso excesivo de ellas. 

Otro tema que genera controversia en la actualidad es la comunicación de los docentes con las familias mediante un grupo de Whatsapp o Telegram. Desde nuestro punto de vista consideramos que el uso de Whatsapp para este fin es inconveniente, ya que se comparten muchos datos personales, como nuestro número de teléfono personal. 

En cambio, en aplicaciones como el Telegram tienes la opción de ocultar tu número de teléfono, y por tanto, es un medio de comunicación mucho más formal y adecuado a la situación. A diferencia de otras vías de comunicación que no son tan directas, como el uso de Gmail o Ítaca, Telegram sigue siendo instantáneo de la misma forma que lo es Whatsapp. 

Otro tema sobre el que queríamos reflexionar es la relevancia que ha tenido la tecnología ante la pandemia de la COVID-19. Gracias a las tecnologías digitales, la educación, a diferencia de otros sectores, siguió su curso de la mejor manera posible. Durante este período la enseñanza se basó en vídeos de Youtube, videoconferencias, exámenes virtuales… No obstante, aunque las tecnologías estaban ahí, esto no habría sido posible sin la figura de los docentes. 

Por último, queríamos hacer una reflexión sobre todo lo hablado anteriormente. Es innegable que las tecnologías digitales están presentes en nuestras vidas y están aquí para quedarse. Por tanto, vemos necesario que la competencia digital docente se desarrolle mediante cursos de formación. Solamente de esta manera conseguiremos crear una sociedad competente digitalmente y  crítica respecto a las nuevas tecnologías. 

Aunque las tecnologías digitales son un gran recurso y una fuente de información, también presentan su parte negativa. Cada vez hay más casos de niños y niñas adictos a las redes sociales, los videojuegos, la televisión… Por este motivo, es importante que las nuevas generaciones estén concienciadas sobre los riesgos que supone un uso abusivo de los dispositivos electrónicos. 

En conclusión, consideramos que la digitalización de la sociedad y la educación ya está presente y se encuentra en constante crecimiento dentro de las aulas. No obstante, aún queda mucho trabajo para conocer de qué manera integrar las tecnologías digitales en el ámbito educativo y que su uso sea responsable, fructífero y, sobre todo, seguro. 

BIBLIOGRAFÍA


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